La locomotora más antigua fabricada en el país que se conserva es la "Caldas" y uno de los vehículos más valiosos que se exponen en el Museo. Con su hermana 232, fueron las primeras locomotoras de vía ancha no importadas. Fueron construidas en 1888 por La Maquinista Terrestre y Marítima, una de las fábricas pioneras de la revolución industrial catalana, para el ferrocarril de Barcelona a Sarrià. Cuando la Compañía General de los Ferrocarriles Catalanes electrificó la línea y cambió el ancho, las dos locomotoras se vendieron a la Compañía de Ferrocarril de Mollet a Caldes de Montbui, donde recibieron los números 5 y 6. Posteriormente se les añadiría una tercera locomotora, la 7.
Concebidas para trayectos cortos, muchas de aquellas primeras locomotoras tenían el depósito para almacenar agua y carbón integrado en la propia estructura de la máquina.
Las tres locomotoras en Renfe fueron utilizadas como máquinas de maniobras. La "Caldas" terminó sus días útiles en el depósito barcelonés de Poble Nou, en la década de los años sesenta.
Año de construcción: 1887
Lugar de fabricación: Barcelona
Fabricante: La Maquinista Terrestre y Marítima
Locomotoras construidas: 3
Peso en vacío: 29.300 kg
Potencia: 432 CV
Velocidad máxima: 50 km/h