La nave se construyó a principios del siglo XX como nuevo ámbito anexo a la Gran Nave, siguiendo el objetivo prioritario de la máxima utilización de las instalaciones del Depósito y de taller ferroviario de Vilanova. Era el almacén de suministros, donde se guardaban los materiales para las reparaciones de los vehículos.
La edificación de 210 m² se recuperó en el año 2001 con una aportación económica del Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), antecesor de ADIF, y significó para el Museo un destacable incremento de sus espacios expositivos. En concreto se utilizó para exposiciones temporales bajo la denominación de “Espacio Siglo XXI”. La recuperación fue realizada de acuerdo con los criterios museológicos y expositivos del momento, respetando los principios arquitectónicos con los que se construyó la primitiva nave.
Se cerró como ámbito expositivo en el año 2016 y hoy es un espacio de reserva de objetos del Museo.